Desde los CRPS se acompañan los procesos de recuperación, manteniendo el foco en las fortalezas y recursos de las personas.
Se favorece la creación de un vínculo terapéutico, desde cuya base segura, poder acompañar hacia la adquisición de aprendizajes significativos donde las personas sean protagonistas de sus logros.
Desde una coherencia terapéutica, se integran elementos artísticos, sensoriales, narrativos y educativos, guiando las actuaciones hacia contextos o soportes sociales normalizados que propicien un desarrollo de roles que valoren como importantes.