Lenguaje administrativo
Los textos administrativos utilizan en general las formas en masculino, para referirse a las personas usuarias de los servicios. En la documentación que puede ser utilizada tanto por mujeres como por hombres y formularios abiertos figura:
El solicitante D ……..
El interesado
El trabajador D……..
El abajo firmante………
El destinatario…………..
En la documentación escrita hay que prever que una solicitud puede ser rellenada tanto por un hombre como una mujer. Se debe, pues, evitar que los textos aparezcan dirigidos a un único sexo
- Don, Señor: D./Dña. o Doña/D. ; Sra/Sr. o Sr/Sra.
- El firmante: El/la firmante o la/el firmante, Firmado:
- Domiciliado en: Con domicilio en
- Nacido en: Lugar de nacimiento
- Vecino de: Residente en
- Licenciado en, diplomado en: Con licenciatura en, con diplomatura en
- Número de Afiliado a la Seguridad Social: Número de Afiliación a la Seguridad Social
- Destinatario: Para:
Al encabezar una carta, correo, solicitudes, etc.., se abren dos opciones: O saber con certeza exactamente el nombre de la persona a la que va destinada o utilizar los dos sexos (“señor/a”, “estimada/o”, “señoras/es” …).
USO DE LA ARROBA [@]:
Recurrir a la arroba no resulta acertado, a pesar de que se haya puesto de moda en algunos ámbitos, ya que no es un signo lingüístico sino un símbolo empleado, por ejemplo, en el ámbito de la informática. En castellano, se ha creado un cierto hábito a la hora de emplear este símbolo en términos de doble género. Se trata de un recurso informal, y para nada normativo, por lo que su uso se debe limitar a un lenguaje muy informal.
USO DE BARRAS:
Más aceptado para su uso administrativo, es decir, para suplir la falta de espacio en los impresos y formularios, podemos emplear las barras cuando no encontremos otra alternativa. Si nos inclinamos por utilizar las barras, debemos emplearlas a lo largo de todo el documento para no suscitar ambigüedad. Es un recurso a evitar ya que existen términos genéricos u otras fórmulas que facilitan más la lectura. En cualquier caso, se deberían emplear siempre que no exista ningún otro recurso lingüístico. (datos del/de la interesado/a, el/la funcionario/a, etc.).
Herramientas on-line
Esta herramienta on-line permite analizar y localizar expresiones sexistas y/o excluyentes tanto en documentos ofimáticos (MS Word, MS PowerPoint) como en documentos PDF o páginas web.
Themis es una herramienta que podemos calificar de proactiva e inteligente:
- Proactiva: Themis NO es un diccionario de referencia, sino que, de forma activa, es capaz de rastrear documentación y sitios web en busca de aquellos términos que puedan estar siendo usados con carácter sexista.
- Inteligente: Gracias a Themis, la aparición de una misma palabra, en diferentes lugares del documento, puede ser detectada pero sólo se marcará allí donde su uso sea incorrecto.
Denominación títulos académicos
Nuestra sociedad está en continuo cambio y, entre las muchas cosas que han cambiado, nos referimos a los papeles desempeñados por varones y mujeres. La lengua también ha de reflejar estos cambios, concretamente, en la diferenciación del uso del masculino o femenino en la designación de profesiones, ocupaciones y titulaciones para las que se venía empleando hasta ahora únicamente el uso del masculino.
En el anexo de la ORDEN de 22 de marzo de 1995 se adecúa la denominación de los títulos académicos oficiales a la condición masculina o femenina.
No hay que tener miedo a utilizar el femenino en la denominación de las profesiones, aunque a veces nos resulte extraño el término. Precisamente, el uso continuado, lo hará familiar a nuestro oído.